En esta sociedad donde estamos en cambiando a un ritmo sin precedentes, el sector financiero no se está quedando atrás. Aunque probablemente los bancos son unos de los conceptos más antiguos de nuestra sociedad, éstos también se han tenido que adaptar a la era tecnológica. Pero como es bien sabido, muchas de las financieras con años de tradición están teniendo problemas para adaptarse a este nuevo modelo de economía. Es por esta razón que en los últimos años han surgido múltiples startups, llamadas fintechs. Éstas están aprovechado el lento avance de los bancos tradicionales para ganar más clientes. Pero, ¿cuáles son las ventajas de estas financieras modernas? Y, ¿cuál es el futuro de las fintechs? ¿Son confiables? A continuación te explicamos por qué éstas empresas se han vuelto tan populares y por qué es importante que las tengas a la vista en el futuro.
¿Qué son las fintechs?
En resumen, las fintechs son empresas que proporcionan servicios financieros mediante el uso de la tecnología. Pero, ¿por qué son tan populares? Es muy sencillo, en los últimos años las fintechs se han enfocado en lo que el cliente necesita y está pidiendo en vez de poner obstáculos para realizar operaciones básicas. Esta empatía hacia los clientes ha sido su mayor éxito. Las fintechs se enfocan en lo que la mayoría de las financieras y bancos potencia están fallando: brindar servicios eficientes que faciliten los procesos de sus clientes.
A pesar de que en nuestro país sólo un tercio de la población cuenta con acceso a servicios financieros, el 70% posee o tiene acceso a un teléfono móvil. En esta interesante estadística es que las fintechs vieron su oportunidad de oro. ¿Cómo podían hacer llegar sus servicios a esa parte de la población que no contaban con ningún tipo de servicio financiero? Gracias a la tecnología móvil lograron que gran parte de la población pudiera acceder a servicios que originalmente eran estrictamente presenciales.
¿Cuál es el futuro de las fintechs?
Si bien en los últimos 10 años las fintechs se han vuelto muy populares y confiables, los bancos tradicionales están comenzando a despertar. Este cambio implica que ya casi todas las grandes instituciones financieras están entrando en las fases de transformación digital que están llevando a sus procesos, antes más engorrosos y arcaicos, al siglo XXI. Con este cambio inminente a la forma de ver a los bancos e instituciones financieras, la competencia entre lo clásico y lo moderno está en su límite. No sería extraño que dentro de pocos años haga un modelo completamente nuevo de como pagar nuestros servicios, transferir fondos o incluso dejar de usar efectivo completamente. Y esto se debe simplemente al hecho de que al aumentar la competencia, las instituciones, ya sean tradicionales o fintechs, se van a ver obligadas a innovar constantemente.
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